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martes, 5 de febrero de 2013

Una glicinia superfácil


En uno de mis paseos por los chinos (tiendas todo a 100 o multiprecios o el nombre que tengan), hice el siguiente descubrimiento.
En cuanto vi la caja llena de florecitas de colores no pude resistirme y lo compre. Y en cuanto llegue a casa me puse a buscar material para poder usar las flores.
Esto es todo lo que he utilizado para realizar la glicinia. Cartulina verde, alambre, cinta de floristería marrón, un cortador de hojas, cola blanca y alicates. Una vez juntado todo solo hay que ponerse manos a la obra.
Empiezo forrando las alambres de cinta marrón. Una vez forradas pego las flores en la punta de la alambre, yo he pegado 17 florecitas por alambre, pero eso es según queráis que caigan más las flores o menos, vamos según lo grande que lo queráis.

Cortamos las hojas y con un punzón o cuter marcamos los nervios, así queda menos plano y más real. 

Vamos pegando las hojas en las alambres debajo de las flores. 
  Una vez que ya tenemos pegadas las hojas vamos montando las ramas para formar nuestra glicinia.
 La daremos la forma que queramos según donde vayan a ir.

 Como podéis ver es facilísimo de hacer y resultona. Solo tiene una pega y es que el barniz mate se me ha acabado y las flores brillan exageradamente pero espero solucionarlo en cuanto pase por la tienda y compre un barniz mate.
 Espero que se haya entendido todo, pero si no es así ya sabéis que solo tenéis que preguntar.